Me proponía -esto sí puedo recordarlo- escribir al ras de su piel, en el territorio blanco, salado y tirante entre el vello de su pubis y los montículos suaves de sus pechos, y en la escala milimétrica donde se confunden los ojos y la lengua.
Texto de contratapa
Agosto de 2001. Un profesor argentino llega a una universidad en el sur de los Estados Unidos, para dar un curso de literatura en español. Le asignan un departamento, un auto y una oficina en el campus. Todo parece perfecto y en su primera clase descubre algo mucho más tentador: una de sus alumnas, Jennifer, una chica deslumbrante y ambigua, con la que inicia una serie de encuentros sexuales cada vez más arriesgados, en medio del secreto y el disimulo. Ninguno de los dos sabe que ese breve período juntos cambiará sus vidas para siempre y que un acontecimiento brutal, en una de sus miles de esquirlas, acabará por trastocar su mundo de la manera más inesperada.
Intensamente carnal, irónica y dramática, la novela registra, con la precisión de un diario, “el pasaje ensimismado de los cuerpos que de la nada llega a todo” y recobra con audacia para el sexo toda su complejidad y dimensión literaria.
Guillermo Martínez ha escrito, con un lenguaje pleno de matices, una novela exquisita, que crece en tensión e intriga en cada uno de los climas y giros imprevisibles de la trama. Yo también tuve una novia bisexual confirma al autor de Acerca de Roderer y Crímenes imperceptibles como uno de los escritores argentinos más inquietantes y originales.
Capítulo UNO
Capítulo DOS
Texto de contratapa
Agosto de 2001. Un profesor argentino llega a una universidad en el sur de los Estados Unidos, para dar un curso de literatura en español. Le asignan un departamento, un auto y una oficina en el campus. Todo parece perfecto y en su primera clase descubre algo mucho más tentador: una de sus alumnas, Jennifer, una chica deslumbrante y ambigua, con la que inicia una serie de encuentros sexuales cada vez más arriesgados, en medio del secreto y el disimulo. Ninguno de los dos sabe que ese breve período juntos cambiará sus vidas para siempre y que un acontecimiento brutal, en una de sus miles de esquirlas, acabará por trastocar su mundo de la manera más inesperada.
Intensamente carnal, irónica y dramática, la novela registra, con la precisión de un diario, “el pasaje ensimismado de los cuerpos que de la nada llega a todo” y recobra con audacia para el sexo toda su complejidad y dimensión literaria.
Guillermo Martínez ha escrito, con un lenguaje pleno de matices, una novela exquisita, que crece en tensión e intriga en cada uno de los climas y giros imprevisibles de la trama. Yo también tuve una novia bisexual confirma al autor de Acerca de Roderer y Crímenes imperceptibles como uno de los escritores argentinos más inquietantes y originales.
Capítulo UNO
Capítulo DOS