«La literatura argentina comienza como una emulación de los temas y las modas europeas»
Por Yolanda Prieto
Se crió, dice, con el lema de Terencio atribuido a Marx: «Nada de lo humano me es ajeno», en una casa muy abierta, con unos padres que le leían libros de todos los géneros, desde las primeras teorías de los conjuntos hasta los relatos bíblicos, y que le inculcaron la idea de que en todo conocimiento hay cierto interés y valor. Su padre, que era también escritor y organizaba concursos literarios entre los hermanos, fue su primer crítico literario.
Guillermo Martínez, galardonado con el premio Planeta por su novela «Crímenes imperceptibles» titulada – en su edición en alemán – «Los crímenes de Pitágoras», empezó a escribir a los siete años.
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