La fórmula de la venganza

Entrevista y comentario publicado en Elesnob con el título La fórmula de la venganza, mayo 2015.
Por Fran Sabena

El olvido y el método. En Eros y civilización (1955), Herbert Marcuse escribió: “Esa capacidad para olvidar –en sí misma resultado de una larga y terrible educación por la experiencia– es un requisito indispensable de la higiene mental y física, sin el que la vida civilizada sería intolerable; pero es también la facultad mental que sostiene la sumisión y la renunciación. Olvidar es también perdonar lo que no debe ser perdonado si la justicia y la libertad han de prevalecer. […] Olvidar el sufrimiento pasado es olvidar las fuerzas que lo provocaron –sin derrotar a esas fuerzas. Las heridas que se curan con el tiempo son también las heridas que contienen el veneno.”
Borges creía que no había mayor venganza que el olvido. Kloster, todo lo contrario: con Marcuse, piensa que en el olvido hay una forma del perdón. La venganza, desde esta perspectiva, sería una forma de reinsertar en lo social ese valor que la Justicia ha errado en reivindicar al dejar impune su violación. Si la Justicia –así, en mayúsculas– tiene el deber de administrar castigos y recompensas, y falla en su tarea, entonces el vengador asume para sí –sin legitimidad social pero por propia voluntad– el papel de justiciero. Reingresa a la fuente el código que edificó los valores comunes de una sociedad.
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