La Nuez: en una entrevista decías que dabas especial énfasis, a la hora de elegir el nombre de los protagonistas, a su sonoridad, que no suenen ridículos o extravagantes. A la vez, los distintos narradores no portan un nombre propio, y se puede identificar en ellos aspectos de tu biografía. ¿Cómo enlazar ese binomio a la hora de construir un personaje?
Guillermo Martínez: Me interesan nombres que me hagan evocar algo del personaje que quiero construir, por ejemplo en Acerca de Roderer buscaba que el nombre fuera esa clase de apellido que se sustituye como nombre, quería encontrar un apellido que se convirtiera en emblema del nombre del personaje, se me ocurrió Roderer que da una cierta extrañeza al personaje y permite que sea recordado por su apellido. En esa novela se omite el nombre del protagonista y eso me quedo como una marca para mis novelas posteriores. Hay allí otra cuestión, en general, mis novelas están escritas en primera persona, si le asigno al narrador o protagonista mi nombre, o una inicial de mi nombre, ya lo acerco demasiado a mí como autor, eso no me gusta, esa sensación de identificación absoluta. El narrador es un narrador ficcional, está dentro de la trama ficcional y aunque pueda tener algunos rasgos en común conmigo, biográficos, de opinión, o de experiencia, quiero tratar a todos mis personajes, inclusive el narrador con la suficiente libertad creativa y quisiera que los lectores también lo puedan ver de ese modo. Por otro lado, como comparto varias cosas tampoco quiero alejarlo tanto, entonces esta opción que elegí me parece que guarda un pequeño misterio sobre cuál es el nombre del protagonista y permite que parcialmente quede identificado conmigo y además es una pequeña marca de todos mis libros.
Entrevista completa: http://www.xxviijornadasanuales.com/template.php?file=nominados/guillermo-martinez.html